martes, enero 23, 2007

De ciegas cascadas vírgenes

Los colmillos de serpiente
Agudizando temores
Bajo de una cama
Donde se esconden juegos
De piraterías dejadas
En oscura desnudes
En la intemperie
Del río de un desierto
A la luz de un sol sin voz

Afónicos gritos sin voces
Raspando las gargantas
De ciegas cascadas vírgenes
Sobreviviendo a la sed
De un río arrasando
En los sueños
Del durmiente y su poesía
Suave existir del afuera
Para morir en un adentro

De ciegas cascadas vírgenes
Alumbrando en el valle
De los dolores,
En la bahía de los quebrados
Una palabra puede resucitar
Al que no muere en su cruz
Sangrantes coronas de espinas
Volviéndose en el pecado
De ciegas cascadas vírgenes

Ciegos del camino sin andar

Quemados en las ruinas
De mil constelaciones muertas
Apagadas en el ruido inerte
Marchitamos las promesas
Consumidas en el fuego aquel
De nuestros labios rozándose
A los ojos de esta suciedad

Sin ser mas nada
De la nada que somos
Cada cual su manzana
Saborea en su tristeza

Lamiendo derrotas
En mi delirio por sentirte
Acumulas tus victorias
Fáciles en desamores
Cegándonos el camino
Aun no andado

Hundimos cicatrices
Tratando de escaparnos
Uno del otro, volviéndonos
Mas amargos al vernos
Cruzándonos los ojos
Los recuerdos se hacen
Lágrimas del olvido

Sin ser mas nada
De la nada que somos
Cada cual su manzana
Saborea en su tristeza

Lamiendo derrotas
En mi delirio por sentirte
Acumulas tus victorias
Fáciles en desamores
Cegándonos el camino
Aun no andado

Cuidando las apariencias

El banco de la plaza
Durmiendo solo
Extrañando las resacas
Con que solías acompañar
Las mañanas de misas
Cuidando las apariencias

Que fueron de tus sonrisas
Cuando solo caminabas
Pateando latas en la calle
Improvisándole poemas
A la que nunca supimos
Si alguna ves existió

Adonde guardaron tus gritos
Por cambiar al mundo
En la revolución de palabras
Por el respeto y la sinceridad
Del que todos rieron
Por cuidar las apariencias

jueves, enero 18, 2007

Escribiendole a la oscuridad

Desde el viento en tu ocaso
me han venido a mi siembra
trayendome el ultimo suspiro
en tus labios gimiendo
una ultima mentira
de esas de alumbrar

pariendo al dolor en la ausencia
de mi alma en el viaje
de tus recuerdos, sin la memoria
suficiente para recordar algo bueno
de voz; sin el valor suficiente
para intentar vivir sin voz

En cuantas alucinaciones te busque
en cuantos bares intente olvidarte
en cuantas pieles intente besarte
escribiendole a la oscuridad
de un espacio vacio en ese espejo
eres huella que no se borra

arrodillandome en el leite
del agonizante sedante
despertando en cualquier plaza
a la orilla del mar de las angustias
sufriendote por doquier lugar
que mi cuerpo se desparrame

En cuantas alucinaciones te busque
en cuantos bares intente olvidarte
en cuantas pieles intente besarte
escribiendole a la oscuridad
de un espacio vacio en ese espejo
eres huella que no se borra

intercalando lineas, asi tuvo que ser...

Del aquelarre en tu templo mi perdicion
pasos que conducen a la nada
filosofando frente a una pared
de los pasillos donde se respire la humedad
de un tiempo olvidado en tu memoria
sin besos en tu carta de despedida

en el viaje eterno del carrousel
pasos que conducen a la nada
pensando sobre lineas a merced
de los paillos donde se respire la humedad
en un reloj de lentos minutos sin cura
sin besos en tu carta de despedida

del aquelarre en tu templo mi perdicion
intercalando lineas, asi tenia que ser
filosofando frente a una pared
del miedo a volverte obligada a la vanidad
de un tiempo olvidado en tu memoria
tal vez tu carta sea un beso de bienvenida

miércoles, enero 17, 2007

Tintero de tu vida, la partida

De mi mano no puedo
ver mi futuro; sangrando
la vana idolatría del ser
que muere sin vivir
las calles de donde
busque salida
hoy me ven partiendo
hacia nuevos rumbos

girando en mi dolor
a la vigilia de una ciudad
donde mueren las musas
del poeta que espera
al suicidio de un dia mas
rodando en las autopistas
qirando sin mas destinos
que el de morir po tu voz

dejando mi última voluntad
en el tintero de tu vida
lamiendo la derrota, las ausencias,
las ironias marcadas a fuego
cuando dejaste el umbral espinas de rosas,
prendieron en mi piel al fuego
quemandome en el olvido,
en algun rincon de tus recuerdos, en la nada

solamente fui una cancion
número perdido de tu agenda
perdida en tu memoria intima,
de diarios propios de hojas amarillas rancias
falto de inspiracion me quede
cuando desaparesiste,
de mi vida marchita la rosa quedo
y sin su Luna el cuervo volvio

martes, enero 09, 2007

Teatro de títeres

Desde fronteras invisibles
Llenando de lágrimas
El valle que sangra
A la sombra de la única luz
A la sombra de la única luna

Lumbre que eres fuego
Del brillo en sus ojos
Cuando es que todo nace
De un mismo
Teatro de títeres

Hilos meciéndose en la entrada
Hasta la puerta un escalón
Tropiezo enredado
En los hilos de tu sonrisa
Donde me tienes amarrado
Al abismo de tu destino

Creyendo en lo creíble
Rindo cuentas a tu verdad
Esa que dices
Sin que hayas
Aprendido a hablar

Abro el telón a lo nuevo
Dejándome llevar
Por los hilos de tu voz
Hacia un mismo
Teatro de títeres

Hilos que parecen líneas
pendiente de una ilusión
contemplando en los mundos
la dura mueca de tu sonrisa
adicta a la que me tienes amarrado
al abismo de mi destino

domingo, enero 07, 2007

rosa del cristal

En un sin fin claroscuro, sopranos manantiales
sonando dentro de la rosa del cristal en lágrimas
dulce apocalipsis del comienzo de nuevos dias
en las melodias del ocaso, del rojizo amanecer,
distorzionandose entre las borrosas nubes
una nueva luna amanece opacando la danza
del peregrinaje en el vuelo de las golondrinas
que busquen un nuevo sur donde dormir

un eterno blanco de fondo, empañando la tristesa
de las estrellas en mil miradas de pupilas
agonizantes en un abrir paréntesis
a la nueva jaqueca una nueva simbiosis
donde todo se monarquicen los sentimientos
y un todo pase a ser la epifánica soberana
solemne transformada en el frágil
quebrar de la rosa del crisal marchita

la convalecencia del manantial secandose
al sol que vislumbra sobre tu belleza
el aroma de rancias lluvias medievales
de mi frente lamiendo la inercia
con que dejas a los petalos en tu espejo
refeljarte en una gota de rocio,
dejándome en mi vida la simpleza
en puntos suspencivos sueltos a tu andar

la rosa del cristal, atardeceres del jardín,
un arco iris de tu belleza hecha naipe
del comodín marcado, en un juego
donde la esquisites de tu esencia
marque la suave nota con que un manantial
de orquesta suene a nuestros pies
en el paso de jilgones amarillentos
ciego de tus besos trayendo la paz

martes, enero 02, 2007

Tiempos sin memorias

El rocío como leves
Lágrimas de tu rostro
Llorando la tristeza
De los tiempos sin memorias
Olvidándonos los dos
Hasta de nuestras vidas


Tiempos de esperarte
De buscarte sin saber
Tiempos sin memorias
Memorias sin recuerdos
Recuerdos que quedan
grabados en el tiempo


Cuando es que se caen
los poemas de otoño
en las hojas tiernas
de un abril consecuente
tierno y febril como
como tus labios en mi voz


Cuando fue, sino ayer,
la última vez que te besaron
bajo la lluvia de verano
los árboles cubriéndonos
en sus verdes copas
mientras volamos atrapados
en secuencias abstractas


Cuando fue, sino hoy,
la ultima vez que te abrazaron
en el nuevo amanecer
con el sueva aroma
en guirnaldas de rosas
claveles del acompañamiento
para no aburrir tanta soledad

Éticas con dolor

Éticas con dolor
Honestidad sin pudor
Crónicas de un tiempo
Que pretende
Ser olvidado

Desvelados por el oro
Las jaurías guachas
En su resurrección
Se desmemorian
Que de barro son

Incipientes pestes
Bubónicas de la codicia
Con despertares como
Arenas del desierto
Deshiélalos en amor

Éticas con dolor
Honestidad sin pudor
Crónicas de un tiempo
En que fuimos todos
Salidos del barro

Si hubiese sido héroe
Abrazado al oro
Si fuese héroe
Dentro del falsario
Las glorias resucitadas

Éticas con dolor
Honestidad sin pudor
Crónicas sin tiempo
De los lamentos
Sin oídos sinceros