sábado, diciembre 20, 2008

De donde vienen las dudas, donde guardé mi destino, donde clavé al Ser en mi alma para tratar de estar en mí siendo uno solo, vuelvo a las dudas:
- entre una vida amable, un destino seguro logrando la estabilidad pretendida, habiendo dejado los sueños de lado, o la dulce incertidumbre de la satisfacción de una lucha plena, sabiendo es más fácil el éxito al fracaso, por vivir del arte de forma amateur y conformarse con ser empleado de la vida.

Por donde pasó mi vida, donde está lo erróneo lo certero lo bueno o lo malo:
- estar solo disfrutando el momento a cada instante consumido y entregarte en la soledad del domingo haciéndole preguntas al techo, o desarrollar la familia feliz: la casa, el auto, ser el jefe, los hijos la mujer la escuela los domingos, la sonrisa a los vecinos, hacer el amor (si es que es amor), una vez al mes como para dejar todo tranquilo y no alterar el curso costumbrista de la vida, dejando todo ante la posibilidad de una segunda vida.

Cuando voy, para ser lo que quiero, ser el estudiante, para entregarse a la jornada laboral a merced de alguien que se quedó en la historia.
- entrar en alguna pasantía, que garantice ninguna experiencia y solamente queden papeles vacíos de aprendizaje, y darte cuenta que es más fácil vender el alma a la ambición y entrar al cielo de una vida sin problemas, que entregarte a la honestidad y quedarte en el infierno de no llegar a nada… debe ser que la otra moneda siempre pesa más, y paga mejor…

Un paisaje desértico puede pintarse en la vida, trabas palabras mentiras, ficciones verdaderas o simplemente la trama de algún guión escrito por un Dios principiante buscando hacer un paisaje negro y, termina por empezar comienzando a terminar en la redundancia del absurdo, cómo un único recurso del estilo. Serás el personaje principal, actor de reparto, el de la cámara, el que viste a todos, el del traje que siempre está pero nunca se sabe que es lo que hace, o tratar de dirigir a pesar de todo…

miércoles, diciembre 03, 2008

borrador improvisado

Un pétalo de rosa se ahoga en un charco de tiempo, mira al cielo, en un gesto de desahogo, y no encuentra a nadie, nada, trata de nadar, aunque se ahoga y se pierde.
El tiempo pasa rápido por alrededor de ella y la tapa.
Su tiempo pasa rápido por alrededor de ella y la tapa.
Un charco trémulo de tiempo… donde se albergan los recuerdos que tropiezan y enredan la memoria, un charco perdido en el tiempo, un tiempo perdido en la memoria, la memoria perdida en recuerdos, recuerdos que se diluyen en la mente como se diluyen el amor y el odio en un charco trémulo, un charco de tiempo, que gire y gire por donde sea, se queda siempre dando vueltas en el mismo pozo…
sin aire, sin voz, sin alma…

sobredosis de monólogos
incrustados en la pared
guardando en el tiempo sin voz
un poco del charco sin aire, vagando en el alma ese pétalo, pequeña partitura que dejo de vivir antes de nacer, antes de vivir, un sentimiento pagano que dejo de brillar sin poder volar, olvidado por su rosa, luego de caer allí, en ese lugar.
Un charco trémulo de tiempo… donde se albergan los recuerdos que tropiezan y enredan la memoria, un charco perdido en el tiempo, un tiempo perdido en la memoria, la memoria perdida en recuerdos, recuerdos que se diluyen en la mente como se diluyen el amor y el odio en un charco trémulo, un charco de tiempo, que gire y gire por donde sea, se queda siempre dando vueltas en el mismo pozo… sin aire, sin voz, sin alma…