desvelado, acariciando desde
algún cielo una infita porción
de esa inmensa distancia,
de esos besos que vuelan
en el sueño del divagante
pinceladas mágicas,
que dibujan dos criaturas
en sus sueños de almohada,
escenas dibujadas en los pies
que bailan la danza de los libres
y en el suave hechizo, de los que velan
por el sentimiento y la pasión,
y en el amancer, dos cuerpos despiertan
arrasados por el amor hecho canción
no hay negros ni rojos,
no existe el verde paisaje que de los besos
forjen la luna menguante
para que el sol no alumbre
y la noche sea eterna
y en el suave hechizo, de los que sueñan
por la locura y la complicidad,
y en el amanecer, las distancias desaparecen
arrasadas por el amor hecho canción