El olor del pecado

En simetrías yuxtapuestas
Del pasado que es juez
Jurado abogado tribunales
Del hastío el olor del pecado
mientras buscaba,
en el infierno de este lugar,
un cielo para clamar su conciencia,
el perdón divino lo perseguía

el espiral se consumía
dejando zumbidos de humo
colgados de su sien
sin recuerdos del mañana
sin el ayer que lo haga ver
por que su presente era ese
dejándose llevar en el eco
de su alma por la risa de su hada

no quedan en este hospicio
que le salve, su flor se había ido
dejando la dispersión hecha
de simetrías en el orden del caos
locuras donde trencen líneas
blancas de las formas rectas
olores de los semi espacios
en variaciones del tiempo

ahogando con su pena
la agridulce envolvente
sensación de ir vagando
en sólidos que recorren
curvas limitadas en el origen
del nacimiento de la ciencia
dándole en la terminal
el almíbar de las flores

el olor del pecado, suave
terciopelo de tangentes
asintóticas rozando
en el infinito de su penar
amalgamas fluorescentes
de luciérnagas vagantes
de su alma enardecida
en la cinética de los cuerpos