Un destino puede truncarse,
en esos ojos puede quedarse,
en esos labios enredandose,
entre palabras y sin sabores
sobre el regazo de los sueños
Donde la ciudad me resulta
empírica, infierno surrealista
en la decadencia de historias
con finales abiertos y sin principios,
conflictos tan eternos y sin escencia
Y tú destino vuelve a dormir;
dejando a tus sueños vivir por vos
descansando al costado de tu esquina
girando al borde del abismo
volcando y cayendo otra vez
No hay comentarios.:
Publicar un comentario